El mochuelo de
Minerva
“En la vida lo principal
es explicarse.
De la cárcel se sale
vivo, de la guerra no.”
Viaje al fin de la noche
Ferdinand Celine
No hay una sola palabra en este mundo
que merezca quedar en la memoria.
Los hombres son de paso,
sus lenguajes
se extinguen, se bifurcan, se matizan.
Se fragmenta la vida en divergencias.
No ejerce Dios fuerza gravitatoria.
La realidad de ensueño enajenada
carece de sentido.
El sermón no trasciende a los espíritus.
El alma no consigue definirse
en su clarividencia.
Durante algún tiempo tendré
que seguir exorcizando blasfemias,
tirando del ovillo,
tratando mal de aparentar cordura
cuando toca vivir
y perder pista.
La poética agoniza a manu
propria
Prescribiré su desengaño
a medida que lo recuerde,
con hebras sueltas o articulaciones
como si el ruido de mi voz
emitiera la música genuina
de huríes extenuadas.
¿Quedarán paraísos en el fuego?
¿Es posible reconocerlos
sin una dimensión retórica?
Flexiono y estiro mis vértebras
mientras me voy deshaciendo
con una desmesura truculenta
hasta la liberación de la heurística
e invado escuelas
con arte de fantasma emparedado.
La lechuza o mochuelo de Minerva:
metáfora hegeliana sobre la filosofía.